El origen de las notas musicales- Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si -, como se conocen en la actualidad se debe a Don Guido D’Arezzo , un monje benedictino, teórico musical y figura central de la música de la Edad Media que nació en Arezzo (Toscana) entre 991 y 995 y falleció en Avellano después del año 1033 ... Guido
Perfeccionó la escritura musical con la implementación definitiva de
líneas horizontales que fijaron alturas de sonido y la implantación del
pentagrama ... En la Edad Media, las notas se denominaban por
medio de las primeras letras del alfabeto: A, B, C, D, E, F, G
(comenzando por la actual nota la). En aquella época solía cantarse un
himno a san Juan el Bautista —conocido como Ut queant laxis— atribuido
a Pablo el Diácono, que tenía la particularidad de que cada frase
musical empezaba con una nota superior a la que antecedía.
Guido tuvo la idea
de emplear la primera sílaba de cada frase para identificar las notas
que con ellas se entonaban. El texto latino de este himno rezaba así: Ut queant laxis - Resonare fibris - Mira gestorum - Famuli tuorum - Solve polluti - Labii reatum - Sancte Ioanes Guido denominó a este sistema de entonación -solmización -, y -solfeo-
... Más tarde, en el siglo XVII, Giovanni Battista Doni cambió la nota
UT por DO, ya que esta sílaba, por terminar en vocal, se adaptaba mejor
al canto ... y mucho más tarde, a finales del siglo XVI, fue
"descubierta" por Anselmo de Flandes la séptima nota, que recibió el nombre de SI (de Sancte Ioannes)
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